Una visita a tu lado oscuro.

El club de la oveja

El día que me asaltaron las cuatro “ovejas” yo iba como siempre caminando con la cabeza gacha (como dentro de mi) y los hombros encogidos, mis enormes gafas de sol cubrían casi por entero mi cara no dejándome ver mas allá de la punta de mis zapatos que se movían rápidos para no llegar tarde a casa y enfrentarme al dolor. Me acorralaron contra un rincón de la solitaria calle y me hablaron del club de la oveja, del fin del dolor y de la fiesta de bienvenida… La fiesta del carnero.

Yo no podía creer lo que esas mujeres me decían pero algo dentro de mí estalló quitándome de un plumazo la venda que cubría mis ojos y las invisibles sogas que me ataban a él, así que acepte y sin pensármelo más me uní al club. La fiesta del carnero se celebraría esa misma noche, me aseguraron que no me preocupara por él, que no estaría en casa para impedirme salir, que no habría preguntas… Y para mi sorpresa así fue!

A las 3 de la tarde me dijo que tenía una reunión y que no vendría a cenar, los nervios parecían estar tan a flor de piel que por un momento temí que lo notara y empezaran a llover los golpes, pero no, se fue y yo corrí a arreglarme pues mis nuevas amigas (que cosa más rara) me esperaban. Aun no podía comprender como me había dejado embaucar en algún tipo de lío del que seguro, seguro, me tendría que arrepentir… Pero la sensación de que no podía dejar escapar esta ocasión tiraba de mí con fuerza.

Me recogieron en una limusina llena hasta los topes de mujeres totalmente eufóricas que me contagiaron inmediatamente (seguro que han echado algún tipo de droga en mi bebida, o tal vez en la ventilación) y ni siquiera vi que carretera cogíamos.

La casa era enorme, de estilo victoriano, su dueño debía tener mucho dinero… “Dueña, querida, dueña” me indico alguien mientras una especie de mayordomo ridículo me ayudaba a bajar, me resulto sorprendente ver que este llevaba grilletes en manos y pies.

Después de horas bebiendo y riendo pensé que se me estaba haciendo muy tarde y me entro el miedo (otra vez) entonces me avisaron de que era la hora… La hora del carnero y varios hombres semidesnudos y encadenados trajeron una bandeja de proporciones enormes, de hecho cogía toda la enorme mesa y allí estaba “él”

Atado de pies y manos, desnudo, colocado como un cerdo recién salido del horno (manzana incluida) y con las mejillas chorreantes de lágrimas, ¿Qué me recordaba eso? En una mesa auxiliar estaban todos los cuchillos, tenedores, sacacorchos, sierras, destornilladores, tenazas, martillos y clavos que puedas imaginar… Me pusieron en las manos unas enormes tijeras de cocina y me indicaron que hiciera los honores, y valla si los hice!

La fiesta del carnero duro toda la noche, una orgia de gritos y sangre mientras yo aprendía a cortar filetes y deshuesar algunas partes en manos de perversas y experimentadas ovejas… O sea, hasta que metimos la bandeja en el gigantesco horno, para asar nuestro carnero a fuego lento… Aún respiraba, el pobre.

31 comentarios

  1. Joer, tú no eres oveja, tú eres ma-cabra, pero vaya, que si hay que apuntarse a desmembrar a alguno de esos carneros cabrones que suelta hostias a diestro y siniestro, me apunto, aunque yo emplearía otros métodos más limpios.
    Besazos, que alegría leerte de nuevo

    19/11/2012 en 19:48

    • Por eso no sufras jajajajaja ya tenemos esclavos para limpiar el desaguisado jejeje. Muaks!

      19/11/2012 en 19:58

    • Macabra hasta el tuetano, estoy dejando atras mi fase sabatica! Besazo.

      20/11/2012 en 0:40

  2. ainsss pero que historia! no podía dejar de leer!!!!Mira que a mas de uno habría que hacerle ese….rito.ovejuno……. Bueno no se si me animaría jajjajajaj besossss

    19/11/2012 en 21:35

    • Con unos pocos que cayeran seria suficiente para que otros se lo pensaran! Unbeso poseido!

      20/11/2012 en 0:43

  3. Yo necesito aclaraciones… porque mi mente no ha podido imaginar con exactitud un detalle, pero relevante para mí: «varios hombres semidesnudos»… 🙄 ¿de la parte de cintura p’arriba, o de cintura p’abajo? Ej que como te dieron las tijeras… igual te dieron ideas.

    ¿Ovejas?, juas juas juas (risa llámala loquequieras), ¡¡lobas disfrazadas de corderas!!
    Y supongo que para la próxima fiesta, os peleáis todas por llevar «vuestro» carnero particular 😆

    Eres buena, mi Diabla, ¡MUY buena!

    Límpiate, que voy a por mis besitos 😛

    20/11/2012 en 0:34

  4. Se intuye mucha metáfora aquí. Un espectáculo final que recuerda algún lienzo de El Bosco. ¿Y son imaginaciones mías o soy el único machote que ha comentado?

    20/11/2012 en 11:18

    • Jajajajajaja El único si, pero no creo que sea miedo… verdad?
      No habia pensado en El Bosco para ilustrarlo pero la verdad es que puede ilustrar cualquiera de mis relatos, me lo voy a plantear. Besos.

      20/11/2012 en 14:22

  5. ya sabes al que me refiero 😉

    20/11/2012 en 16:48

  6. Que fiesta Nieves..una orgía total con sangre y gritos….
    …..no te veo haciendo esas cosas….
    al pobre carnero………
    me encanta tu imaginación……para narrar…
    besos y cariños….
    buenas noches……

    21/11/2012 en 0:17

    • ¿Que no? jejejejejeje Bueno, nadie se lo ha merecido… de momento!
      Un beso.

      21/11/2012 en 1:48

  7. Ana azul

    jooooooooodeeeeer pero que remala que eres…. comerse un hombre el pobrecillo, con la de cosas que se pueden hacer con él antes de comérsele… pero que asquito …. Besos
    Ana

    21/11/2012 en 7:41

  8. Ana azul

    Aunque este de tu relato yo no me lo comería,si que le haría ciertas cosas para que no volviera a pasarse un pelo, aunque después del ritual, poo podría hacer.. ji.ji.ji

    21/11/2012 en 7:43

    • Pues eso Ana! Hacerle cosas, que se nos valla la mano ya es cosa de cada una jejeje.

      21/11/2012 en 12:04

  9. Vale, este comentario que queda encima del comentario (valga la redundancia) ha conseguido que me decida a escribir un comentario, así que…. te cuento
    De hecho no voy a poder contar mucho porque me había quedado en las primeras frases… pero, si eso, acabo de leer y seguiré comentando, vale??
    Y ejjjjque lo primero que me ha venido a la cabeza cuando he leído «El día que me asaltaron las cuatro “ovejas” yo iba como siempre caminando con la cabeza gacha (como dentro de mi) y los hombros encogidos….» me he dicho:
    «Oño!!! una más que va a sufrir los terribles dolores de las contracturas de trapecio!!! Otra consumidora de Myolastán en potencia!!!» 😦
    Como sé lo que son y la de horas de sueño que llegan a robar, no he podido evitar pensarlo!!
    Bueno, ahora vuelvo, eh?? espero que no te moleste la intrusión
    Si eso, siempre puedes borrar los comentarios y aquí no ha pasado nada 😀

    21/11/2012 en 17:56

  10. Jejejeje, genial!!! Un relato como pocos he leído!!!
    solo he echado en falta las pinzas para perfilar las cejas 😀
    bueno…. y un chorrito de mostaza, también

    21/11/2012 en 18:04

  11. Jajajajajaja! Cachis! las pinzas!
    Bienvenida Brisa! pero que voy a borrar? si sois el alma de mi blog. Estoy encantada de verte en el club del infierno (el de la oveja es un salón aparte) Me alegra mucho que te haya gustado, gracias! Un abrazo poseido!

    21/11/2012 en 21:22

  12. Por no dejar a melenitas como único machote decir que hay mucho cabrón con merecimientos para estar ahí 😀

    Aunque el relato tiene su punto no se, que no te da pena, que hasta pudo disfrutarlo 😀

    22/11/2012 en 0:33

    • Con toda seguridad QD! De eso se trata de disfrutar cada cual a su manera jejeje. besos

      22/11/2012 en 1:18

  13. El término cerdo era alegórico metafórico jejejejj o era un cerdito ñic ñic?? un cedito ñic ñic es aquel que aunque da mucha penita, se nos pasa enseguida cuando zampamos un bocata de jamón ibérico…
    Un poco malvadas las ovejas si eran( lo digo por ser ovejas si llegan a ser lobas serían normaluchas) pero a veces imaginar como sería el sabor de la venganza…!!!! ni falta que hace manzana en el asado ni nada……y los camareros con grilletes? pero a ver…que yo quiero ir a verlo…solo porque nunca me han servido nada de esa guisa eh?? ejjejjejjej….ahhhh una úlima cosa….despues de participar en este ¿aquelarre? tu sigues siendo Nieves la poseida o te convirtieron en …ovejita baladora??? beeeee…asi ppodrias peseguir a los cerditos…(ojo al dato ovejita tras cerdito) esto es como una película de Landa…ayy que me voy que me duele la cabeza de desvariar…muakkkkkkkkkkk con alitassss

    22/11/2012 en 11:20

    • Jajajajajaja!!! Le acabas de dar el último toque Tarantino total!!!!
      Sigo estando poseida mija… y me encanta! MUAKSSSS

      22/11/2012 en 14:14

  14. Jo, que bueno.Es súper macabro pero se lee con…» Gracia infernal».
    Mi parte corporativista femenina dice : olé, la otra, la que se acojona piensa: veo a los esclavos semidesnudos un ratito ( espero que sean como en mi imaginación) y después, salgo corriendo ….como alma que lleva el diablo; – )
    Besos!

    22/11/2012 en 15:26

    • Son tal y como te los imaginas… faltaria mas! 🙂

      22/11/2012 en 15:39

  15. Feliz domingo, Nieves!!

    pásalo muy, muy, muy, pero que muuuuuuuuuuuy bien!!! 😉

    25/11/2012 en 0:01

  16. gaviotasinamor

    Más de uno se merece que le hagan este ritual amiga mia yo me apunto vale?
    ajajajaa muy bueno que macabra eres hija mia ajajjaa pero me río contigo.
    besos diabla!!

    28/11/2012 en 12:19

    • Me alegra que el relato te divierta! 🙂 a el no le parecio gracioso.
      Besos

      28/11/2012 en 13:50

      • gaviotasinamor

        Aajajajaja me lo imagino ajajaa
        otro beso niña

        28/11/2012 en 14:52

  17. ¡¡¡Que historia!!! Vaya que eres macabra, ¡¡¡Cómo me divierto contigo!!!! Ya sabes que siempre te digo que eres una especial relatora de cuentos de muchas intrigas, a estas orgias de terror, no me anoto, soy muy timida y me da miedo…Y por mas que me lo repitas a tí no te veo haciendo esas cosillas.. (no te olvides que eres Abuela ) ja jajaje Besos para mi diablita preferida…

    29/11/2012 en 1:56

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