Una visita a tu lado oscuro.

¿Feliz Navidad?

Están por empezar «tus» quincenas del dolor, ese terror tradicional que entra en tu vida todos los años, como una tragicomedia condenada a repetirse en un bucle finito eso si, que al final cuando palmes llegara la paz… ¿Crees que te miento?

Este mes y parte del siguiente es lo peor que te puede pasar (aparte de la aborrecida invitación de boda)

Te pasas seis días colgando guirnaldas de colores de lo mas horteras por todos los rincones, un pseudo abeto que mantendrás hasta mayo y el belén pastelero que no se sabe como pero acostumbra a esparcir paja, nieve y arena por toda la casa (si, algunos ponéis nieve) ¡Que bonito está todo! ¡Cuantas luces de colores! Coño, si hasta tu tía Hortensia zurra a su consorte porque con la moña que lleva se cree que lo ha pillado en un puticlub

Tu casa va a convertirse en un caos de llamadas, visitas, niños (y adultos) rompiendo tus adoradas copas y manchando irremediablemente tu mejor mantel, miradas de hipócrita cariño y la frase “Esta muy bueno pero…”  que te obliga a contar hasta diez por no patear a tu cuñada en el cielo la boca… Pides sillas prestadas, el alcohol corre como si la fiesta fuera en un garito heavy  y tu casa parece un circo. -¡¡¡¡Manolooooooooooo!!!! ¡bájate inmediatamente de la lámpara! Manolo es tu cuñado y tu ojiplatica sin saber que decir…

Te gastas ese dinero que tanto te ha costado ganar, comprando con alegría esa especie de cucaracha de mar, gusanitos transparentes a precio de oro, los percebes  de los cojones y las consabidas tabletas de miel con vaya usted a saber que! Los hay hasta de lacasitos… (No eres consciente de que al pasar por caja te vas a acordar del padre de la cajera y de todos sus ancestros sin pensar que a ella le va a pasar lo mismo que a ti)

Cuando termina tu viaje a la antesala del Hades y empiezas a contabilizar las bajas y daños colaterales, descubres los jeroglíficos que han dejado con rotulador permanente en la pared del pasillo, las cortinas chorreando grasa de pavo, media docena de canapés bajo el sofá que por cierto ya no sabes de que color era,  al niño Jesús le han pintado bigote,  los pastores han sufrido amputaciones, tu perro luce unos hermosos trasquilones y ha desaparecido tu mejor perfume, lo que te recuerda que tienes que comprar un traje anti-contaminación para limpiar ese baño… (es imposible que «eso» haya salido de un cuerpo humano) lo que te lleva a replantearte como cierta tu primera opción al conocer a tu suegra.

Lloras escoba en mano no por la ternura que se supone implican estas malditas festividades, lloras para controlar esos instintos homicidas que laten en todos y cada uno de tus poros, lloras y después del arrebato y 4 horas y media te quedas mirando las putas zapatillas que te han regalado preguntándote si te las cambiarán por un pasaje a Cancún… Pero al final te recompones y sonríes con malicia pensando que el año que viene eres tú, ¡SI TÚ! tú y todos los tuyos los que vais a casa de tu cuñada…

Por cierto, un par de detalles mas.

1- Con lo lerda que es tu cuñada puedes regalarle esas mismas zapatillas (literalmente)

2- También podrías rematar sentando a un pobre a tu mesa ¿Como lo ves?

P:D. No entraré en detalles en cuanto a la festividad de «Reyes» cenas de empresa y demás pero tienen su miga, advertido estas.

 

 

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15 comentarios

  1. A mí nunca me han molado las fiestas. Y eso que nunca me toca ejercer de anfitriona… Besotes!!!

    28/11/2016 en 16:45

  2. abtexeira

    Que no decaiga ese espíritu Navideño ¡¡
    Todavia es pronto pal disfraz Papa Noe ?
    Que sin vivir ¡¡

    29/11/2016 en 1:23

    • Si, pero ves comprando las uvas que se disparan a euro la pieza!

      29/11/2016 en 21:07

  3. Feliz… digo que te sean leves. Paciencia, jamía. Ya llegará el 7 de enero.
    Besos.

    29/11/2016 en 3:31

    • No no, paciencia vosotros que yo estas fiestas me las paso por el forro de mi vaquero mas viejo…. Como las odio, muases infernales.

      29/11/2016 en 21:11

  4. ¡Buenísimo! Me has recordado a Juan Eulogio y lo que es peor: Me has dado una idea para uno de sus relatos. ¡Ja,ja,ja! De verdad, me ha encantado tu descripción navideña, pero me ha encantado más comprobar que estamos en la misma onda. Besos con guirnaldas y bolas de adorno.

    29/11/2016 en 7:52

    • Jajajajaja Yo me acorde también, es una publicación de los comienzos de mi blog, solo la he retocado para los que no estabais entonces.
      Besos infernales querido!

      29/11/2016 en 21:09

  5. Stand By Me

    Me voy a un rincón a llorar…
    ¡Maldita sea, me lo tenías que recordar!!!

    29/11/2016 en 13:10

    • Es mi afán de tortura, ya sabes Stand jejejeje

      29/11/2016 en 21:12

  6. De niño adoraba la Navidad
    De adolescente me resultaba indiferente
    Siendo un hombre joven aprendí a odiarla
    Y ahora, en la madurez que precede al crepúsculo, comienza a serme de nuevo indiferente
    Empiezo a intuir qué viene a continuación…

    02/12/2016 en 10:30

    • Nada muere, todo se transforma y ese odio… ESE ODIOOOOOOO!!!! Calma…. Ohmmmm

      06/12/2016 en 2:22

  7. Yo soy una fan navideña, pero es que también lo soy de las bodas… jajaja!!
    Aún así, me he reído mucho. Y estoy de acuerdo contigo en que las navidades en casa propia no son tan divertidas…
    Besotes!

    05/12/2016 en 11:09

    • Vale, eres de otro planeta, eso me gusta! Saludos!

      06/12/2016 en 2:24

  8. isabelmihermana

    Feliz Navidad si podemos y a nuestra manera
    ABrazos diabla

    20/12/2016 en 8:25

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