Una visita a tu lado oscuro.

Recortables (Dedicada a Latidos)

Gracias a Latidos de verano han venido a mi memoria uno de esos recuerdos que arrinconas con cariño…

Hace unos cuantos años ya, acostumbraba a pasear todas las tardes por las callejuelas del casco antiguo de Barcelona… Mi mayor afición era reposar mis pies en el claustro de la catedral observando a las ocas, el ambiente allí era como de otra época, tranquilo y silencioso a pesar de los músicos callejeros justo en la puerta.

Calles llenas de magia y de tiendas con personalidad propia, vamos igual que en las grandes superficies con su frialdad y sus uniformes de monja y yuppie!

Me encantaban los escaparates de antigüedades y las jugueterías con sus cocinitas de madera (no la mierda de plástico que venden ahora) sus muñecas de porcelana, las cafeterías estaban ancladas en el tiempo y eran acogedoras.. En fin, calles donde el aire era distinto.

Me llamó a atención un pequeño modelo de una casita de campo hecha en papel así que (curiosa que es una) intrigada entre y compre un bloc de hojas para recortar y pegar con distintos modelos.

Me puse manos a la obra bajo la atenta mirada de mis niños que naturalmente quisieron probar cagando sus proyectos de casita.

–         Anda, trae… sois muy pequeños para esnifar pegamento.

–         Eso lo hago yo con los ojos cerrados (el troglodita)

–         Déjame probar (mi madre)

Me vi al día siguiente comprando otro taco de modelos varios (los primeros churros quedaron expuestos para la vergüenza propia y ajena)

Así empezó una afición por los recortables que llego ha ser como una droga familiar o algo así!

Primero fueron pequeñas casas que cada vez eran mas complicadas, castillos, casas grandotas, edificios emblemáticos de todo el mundo, grandes templos (incluso con movimiento y laberintos internos) Un barco pirata de feria enorme y una noria!!!! El tiovivo quedo en intento.

Recuerdo que teníamos tantos modelos que ocupaban los estantes y mesitas, había en todas las habitaciones… Tantos, que  perdí la cuenta.

Un recuerdo hermoso que se transforma en otro triste…

Por razones que no vienen al caso tuvimos que dejar la casa y fue imposible trasladar todo aquello (por falta de espacio en mi nuevo hogar y otras razones) Me sentí tan impotente y rabiosa por tener que perder todo aquello que en un arranque de rabia empecé a pisotearlos (ayudada por mis retoños) impasible ante las lágrimas de mi madre… Esas lágrimas me hicieron decidir que no volvería a comprar jamás eso que tan triste la puso.

Los recuerdos están ahí… Las tardes de domingo y los tres sentados a la mesa armados de tijeras, pegamento, pinzas y palillos, reglas para marcar las dobleces, altas dosis de paciencia, conversación y muchas risas…

Muchas gracias querida Latidos!!!

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33 comentarios

  1. Yo de pequeño también hice unas cuantas casas, un recuerdo muy grato, la lluvia cayendo en la calle y yo en el calor del hogar recortando y pegando.
    Un abrazo.

    27/02/2013 en 8:10

    • Fijate que a mi tambien me recuerda la lluvia, sera porque con sol saliamos y a los recortables que les den jejejeje.

      27/02/2013 en 12:43

  2. Bueno. Me has dejado sin palabras, cosa bien difícil en mi. Tan solo con ver mi nombre en tu blog ya me emociono pero es que, además la entrada es bien tierna y dulce. Sabes de mi gran imaginación y capacidad para soñar así que te he visto en esas preciosa familiares tardes de Domingo. Yo he estado hoy allí. Por lo tanto, cuando te he visto romper las construcciones, bajo la aatenta mirada de tu mami, no he podido (ni querido) evitar llorar. Alguna frase me lleva a pensar que esta mudanza es por algo desgradable no por un bien mejor, es así que aún mi tristeza es mayor. Acabas de asociar los recortables a ti, otro motivo más para recordate en mi vida. Eres especial. eso está bien claro y reflejado.
    Ahora es cuando yo intento asociar tu entrada a mi blog y pido a los cielos que me salga. Si no vuelvo a pedirte ayuda. Mil besos, preciosa.

    27/02/2013 en 8:39

    • No me pongas ñoña Lati que hundes mi honorable fama de mal bicho!!! El final de los recortables fue «tragico» pero mi recuerdo se centra en aquellas horas y reuniones y en lo mucho que disfruté! Un besazo hermosa!

      27/02/2013 en 12:50

  3. Emociones y nostalgias. Un duo muy literario. Y muy vital.
    Un beso.

    27/02/2013 en 8:52

    • Nostalgia… esa es la palabra. Un beso.

      27/02/2013 en 12:50

  4. Ana azul

    Yo hice muchos recortables. Primero eran casas, luego castillos y palacios, y me encantaban.
    Ahora, se ha modernizado mucho el tema y se hacen con poliespán y mi hijo ha heredado esta costumbre. Le encanta hacer casas, y castillos. Besos
    Ana

    27/02/2013 en 10:10

    • Pues ojo que te llena la casa. Si lo sanre yo jejejeje. saludos.

      27/02/2013 en 12:51

  5. Un abrazo enorme Nieves…y esos recortables lo que unieron no se destruyó nunca no lo olvides…muakkkkkkkkkkkkkkkkk con mis alas…
    Pd…que bonito que haya sido a través de otro sitio aqui donde hayas regresado a esos momentos que te traen tantas sensaciones….

    27/02/2013 en 12:16

    • Bueno… no se destruyo el recuerdo… todo lo demas si. Un besito infernal angelito!!!!!

      27/02/2013 en 12:52

  6. Que bonito!!! que lindos recuerdos has relatado! que pena que lo hayas tenido que destruír! pero viven en tu recuerdo querida, allí anidan.Cuando te leía, recordé nuestro viaje el año pasado, a Es paña y , en esa Catedral y ese barrio antiguo de Barcelona, del que quedamos prendados por su encanto! Hermosa entrada, me ha emocionado querida, un beso enorme!

    27/02/2013 en 15:01

    • Esa es la palabra… encanto! El barrio gotico tiene encanto, no me estraña que te quedaras prendada. Besos amiga!

      27/02/2013 en 15:15

  7. Primero, no sé que tienes en contra del plástico, a mí las muñecas de porcelana no me gustan, sin demasiado ariscas, prefiero otras que están hechas de plástico.

    Luego, pues me has hecho recordar, yo también hice casitas de estas de papel, luego no sé si te acuerdas de esos muñequitos que venían en sobrecitos, soldaditos y tal, pues los metía a todos en la casa y la daba fuego 🙂

    Era un poco sádico sí.

    Besos-

    27/02/2013 en 15:27

    • jajajajajaja alguno tuve, recuerdo que intentaba quemarlos con la lupa… toma guerra!!! jajajaja

      27/02/2013 en 15:58

  8. Lo mejor de los recortables, lo sigues teniendo…Esos reconfortantes recuerdos…Apetecía irse con vosotros a recortar …
    Besos, Nieves.

    27/02/2013 en 23:44

    • La reunión hubiera sido…. para hacer una cronica jejeje
      Besos

      28/02/2013 en 0:11

  9. lagaviotaconamor

    Holaaaa aquí estoy para invitarte a mi nuevo caminar con amor siempre si?
    Me encanta este post, es precioso demuestra lo mañosa que eres, además ver el nombre de latidos ya me anima el día.
    Un abrazo cariñoso

    28/02/2013 en 7:58

    • Me alegro xoxo!!!!! eso es que has cambiado el blog… enseguida voy!

      28/02/2013 en 13:23

      • lagaviotaconamor

        Porqué sé que aquí seré más feliz con amor!! te quiero diablilla!!!pese a quien pese
        jajajaa

        28/02/2013 en 13:55

        • Ah pero… le pesa a alguien! jajajajajaja se joda mija!!!!!!!!!!!

          28/02/2013 en 15:38

  10. Yo soy una patata para estas cosas, no tengo paciencia y lo que debería servir para relajarme me termina poniendo como una moto.

    Te digo blancaflor, que tu planteamiento es equivocado, y me quedo tan ancha. Lo importante de esos recortables no era el resultado, sino los momentos compartidos alrededor de la mesa ¿Que más da si se guardan o terminan en la basura si lo bonito son los buenos ratos pasados? Te quiero imaginar yendo a comprar recortables y poniéndote al lío, supongo que lo que te pone triste es vincularlos a un tiempo concreto que no volverá, a otra casa, a tus niños más pequeños…digo yo vamos, que como psicoanalista soy otra patata también.

    Besos guapa!

    28/02/2013 en 18:35

    • jajajajajaa Tienes razón, añoro los dias en que todo estaba bien y añoro las calles de Barcelona y añoro a mi madre…. Otro beso para ti niña!

      28/02/2013 en 21:35

  11. ¡Qué bonita afición! Tal vez ya no necesitaras ya más aquellos recortables; las cosas se van por alguna razón. Odio, al igual que tú, los centros comerciales; hasta me marean y todo.

    28/02/2013 en 21:36

    • Hola Zambu! 🙂 A mi no me marean, me gusta el jolgorio, pero los encuentro tan frios… Señor que paciencia conmigo jejejeje.

      28/02/2013 en 23:16

  12. isabelamor

    Diablilla estás bien niña? no se te ve el peloooooooooooooooooooooooooooo
    Feliz día triste hoy para el cine
    besotes de cine

    04/03/2013 en 16:30

  13. Ves por donde, ¡hoy entro aprovechando este buen momentico! 😉

    Acabas de ponerme más moñas de lo que ya estaba, ¡que lo sepas!!

    Miles de besitos a cual más repletico de cariño para ti!!!

    05/03/2013 en 14:59

    • Gracias… eres moñas si, pero eres mi moñas jajajajajajaja!!!!

      05/03/2013 en 15:46

      • ¡Me han entrado unas ganas irresistibles de achucharte!!, jejejejje

        05/03/2013 en 16:10

  14. ¡¡¡ Que Hermosa Entrada Querida Nieves!!!, Me trae Lejanos recuerdos, con mis hermanos jugabamos para ver quien recorta mejor y mas. Eso ya fue el pasado y no me ha quedado nada… Mi Hija y nieta también lo han hecho… Cada uno tenía su encanto y placer hacerlos…¡¡¡Felíz Día de la Mujer!!! Besos mi niña…

    07/03/2013 en 22:23

    • Gracias Rosita… un dia tenemos que construir algo de eso y publicarlo!

      08/03/2013 en 0:21

  15. ¡Ay los recortables de casitas…!, ¡cómo me gustaban cuando era pequeña!, como me pasaba los días encerrada en mis múltiples casas (cada vez una distinta pero siempre igual), sola y aburrida (bueno, acompañada por mi abuela, pero como tenía narcolepsia alternaba las batallitas con ronquidos). Me pasaba el día dibujando, leyendo ¡o recortando!. Era un momento maravilloso, podía esnifar pegamento ¡y me dejaban unas tijeras que cortaban bien en las manos!.

    Los recuerdos son alegres o tristes según el ojo con el que los mires, yo me he alegrado al recordar los recortables que me salvaban del aburrimiento más espantoso, la compañía de mi abuela diciendo «¡No corras con las tijeras en las mano que te vas a caer y te las vas a clavar en un ojo!» entre ronquido y ronquido, aunque también me recuerde la soledad que me acompaña desde la infancia, antes obligada y ahora voluntaria.

    Por cierto Nieves, me encanta tu nuevo peinado. ¡Qué chulo!.

    18/03/2013 en 17:30

    • Hostia!!!!! Hola guapisima…. Has salido del claustro facebokero!!!! Que alegria verte por aqui.
      Que tiernas las abuelas jejeje (Tenemos que hablar tu y yo sobre esa soledad) Besos satanicos!
      P.D. Peinado «tonta del bote arrastrando resaca» es lo que se lleva este mes 🙂

      18/03/2013 en 17:46

      • Mnnn …abuelas…. se merecen taaantas horas de charla.

        Mira que no me gusta ir a la moda, pero al estilo tonta del bote creo que me he apuntado, así, como quien no se entera.

        18/03/2013 en 18:19

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